jueves, 30 de agosto de 2007

seguimiento...

El maratónico jueves de Valentina





Son las 8.15 minutos y Valentina ya se encuentra en su puesto de trabajo, la biblioteca de la Facultad de Comunicación y Letras de la UDP.

En este edificio pasa gran parte del día ya que combina sus estudios con un desempeño laboral que le sirve para solventar sus gustos.


A pesar de que la Vale como suelen apodarla sus amigos cumple con una serie de responsabilidades y tiene pocas horas para compartir, los jueves para ella son sagrados. Es el día que destina para realizar lo que más le gusta: jugar básquetbol y después salir a carretear.





Son las 5 am y la "Vale" duerme un rato antes de irse a trabajar.


martes, 28 de agosto de 2007

seguimiento...

Perrín, evolución de su estado de ánimo (2)

A un mes de nacido Perrín se encontraba en estado de desnutrición porque su jauría no lo dejaba amamantarse. Lejos de ellos y con una dieta especial recuperó peso.


Perrín se convirtió en un perro fuerte y ágil. Regalón y agradecido.


A pesar de que ahora se encuentra bien pareciera que aún le falta algo. Su obsesión por el ruido de los alcantarillados y esos ojos que permanecen con un mirar desquiciado, que mezclan melancolía desconfanza y temor, son signo de esto.



Perrín pasa gran parte del día solo. Por eso, cuando hay alguien en casa es muy difícil que esté sin buscarla. Se pasea por todos lados hasta que elige un lugar y se queda para contemplar qué es lo que hacen .
Aunque no tiene amigos imaginarios, hay cosas que lo entretienen, le gusta jugar, perseguir palomas, "copuchentiar" horas hacia la calle y cada vez que puede se escapa para ir donde sus vecinos. Cuando regresa, ladra fuerte y espera a que le abran el portón.





Perrín es un gran compañero.



martes, 21 de agosto de 2007

Perrín: evolución de su estado de ánimo

A un mes de nacido Perrín se encontraba en estado de desnutrición porque su jauría no lo dejaba


amamantarse. Lejos de ellos y con una dieta especial recuperó peso.










Perrín se convirtió en un perro fuerte y ágil. Regalón y agradecido.












Ahora a pesar de encontrarse bien pareciera que aún le falta algo. Su obsesión por el ruido de los alcantarillados y esos ojos que permanecen con un mirar desquiciado, que mezclan melancol{ia desconfanza y temor, son signo de esto.